viernes, 19 de octubre de 2018

Bad Times at the El Royale

Siete desconocidos, cada uno con un secreto, se reúnen en el hotel El Royale, en el lago Tahoe, un sitio ruinoso con un oscuro pasado. En el transcurso de una fatídica noche, todos tendrán una última oportunidad de redención... antes de que todo se vaya al infierno. (FILMAFFINITY)



Un sacerdote, un vendedor y un cantante de reserva entran al vestíbulo de un motel vacío. Esta introducción puede significar tres cosas: es un chiste, es noir o pasará un homicidio. En los primeros minutos es muy obvio que esta es una película realizada por Drew Goddard, quien vuelve a ponerse la gorra de director con Bad Times at the El Royale, una película sobre secretos que lo único que intimida es la duración en pantalla. Con su famoso elenco, su diseño deslumbrante y su atractiva cinematografía, la trama presenta una historia larga pero completa.

El Royale es un hotel deteriorado que se encuentra en la misma frontera entre California y Nevada. Hace 10 años era el escenario de fiestas, turistas, y personas de la élite, ahora es solo un motel de paso para personas que quieren ocultar sus sucios juegos. De repente se convierte en un campo de batalla de mala muerte cuando siete extraños (un padre, una cantante de soul, un vendedor ambulante, dos hermanas, el gerente y el misterioso Billy Lee) que se reúnen en una fatídica noche para una última oportunidad de redención antes de que todo salga mal.


La película se extiende debido a la estructura de capítulos que su guionista desarrolló para darle una oportunidad a cada personaje de presentar su su historia, su personalidad y a lo que se dedica. A medida que avanza, ya se conocen sus secretos, pero no de cada uno, pues los capítulos no se introducen al mismo tiempo sino a lo largo de la película. El formato resulta interesante, dejando algunos buenos secretos para el final, pero falla en algunas ocasiones sobretodo por la longitud de cada backstory.

Ahora, los personajes demuestran que este formato no resulta una completa pérdida de tiempo, pues las actuaciones magníficas del elenco en conjunto convierten esta película en una historia fácil de seguir y difícil de aburrir. Cada uno de los actores de esta película rompió el estilo que ya había establecido en sus actuaciones anteriores y otorgó una personificación divertida, inesperada y profunda. Otro aspecto interesante del guión es cómo conecta los capítulos con el momento en que cada personaje se involucró en el conflicto principal. A pesar de que cada uno está allí por razones diferentes, una sola razón (la niña "secuestrada" en la habitación siete *Spoiler!*) es lo que los va a ir atando en este lío mayor.


El estilo cinematográfico, destacando los colores de la escenografía, y el punto más curioso de la trama como la línea que divide California y Nevada, se va acercando más al estilo noir, que en todo momento logra mantenerse gracias a ser una historia de época, a la estructura de episodios y la cinematografía tan cortante casi coreografeada al compás de la musicalización. La banda sonora es todo, pero a la vez complementa cada elemento.

Pero regresemos a un aspecto importante: la producción de diseño. No solamente resaltada en los distintos sets y las habitaciones, sino también en la vestimenta de los actores y cada minúsculo detalle de cada lugar. Este departamento respondió con altura al guión, y por poco lo opacó junto con la fotografía de Seamus McGarvey (Anna Karenina, The Avengers, The Greatest Showman).

Las muertes son impredecibles. Los personajes son indecifrables. Cada detalle cuenta. Habrá tenido 20 minutos de más, pero es una historia que sabe aprovechar su contenido, lo explota y le entrega a la audiencia siete protagonistas con metas personales que le podrían provocar la muerte al de al lado. Quizás las leyes federales de un estado y el otro los protejan.




Bad Times at the El Royale
Título en español: Malos tiempos en El Royale

Ficha técnica

Dirección: Drew Goddard
Producción: Drew Goddard, Jeremy Latcham
Guion: Drew Goddard
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Seamus McGarvey
Montaje: Lisa Lassek
Protagonistas: Jeff Bridges, Cynthia Erivo, Dakota Johnson, Jon Hamm, Cailee Spaeny, Lewis Pullman, Nick Offerman, Chris Hemsworth

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