Cuarenta años después de que escapó de una matanza ocurrida durante la noche de Halloween, Laurie Strode ha convertido su casa en un búnker impenetrable, por si Myers decidiera regresar algún día. Cuando la amenaza de Myers es un hecho, la familia Strode, liderada por tres generaciones de mujeres, se convertirán en la única esperanza para acabar con el villano.
Toda secuela debe tener una hora final, y parece que a Michael Myers le ha llegado la suya. Después de tantos años encerrado en un sanatorio para criminales, Michael Myers logra escapar de la cárcel que le correspondía y regresa a la ciudad donde hace cuarenta años fue el responsable de multiples asesinatos, incluyendo el de su propia hermana. Al mismo tiempo, el trauma de Laurie se ha convertido en su mejor fuerza para prepararse física y emocionalmente para el regreso de Michael. Cuando finalmente llega, debe convencer a su familia que su aislamiento ha sido por una razón y que Michael siempre encontrará la manera de volver a ella. Está película representa la batalla final entre el psicópata #1 de las películas de slashers y la chica final que logró sobrevivir.
Si han visto la película de 1978, se darán cuenta que Halloween tiene la misma estructura. Y no solo por el hecho de escapar, matar y enfrentarse a Laurie, sino hasta en la forma que mueren algunos de los personajes, las transiciones de una muerte a otra y cómo cada una de las muertes terminan conectándose a Laurie. Es obvio que el plan del director y el guionista era darle una visión más actualizada a este clásico de terror, no obstante el estilo en que se fue desarrollando es simplemente un remake de todo lo que se ha visto en la original.
Un aspecto que la película mantuvo con la original y logró hacerlo de una manera más efectiva fue mantener el misterio debajo de la máscara de Michael. A pesar de que el villano fue visto multiples veces sin la máscara, el manejo de cámara en mano del cinematógrafo Michael Simmonds evitó la completa presentación de su rostro, lo cual le agregaba un aspecto aún más terrorífico al personaje, pues mientras no tuviese la máscara, podría ser cualquier persona. Michael sí fue visto por varias personas que lo reconocieron, y aún así los mató, agregándole otro valor al personaje de que la máscara era solo un accesorio, el personaje en sí tenía el suficiente carácter para la película completa, sin necesidad de tener la máscara puesta.
Así mismo, hay que resaltar la actuación de Jamie Lee Curtis, una vez más como Laurie. La evolución del personaje y el contraste del carácter que esta protagonista tenía 40 años atrás. Además, es interesante ver cómo el trauma afectó su familia, y cómo obligó a su única hija a prepararse para lo que solo ella imaginaba posible. El resto de los personajes es completamente imprescindible como en toda película de terror: están ahí porque van a morir dentro de un rato, incluyendo muchos personajes que en el trailer parecían muy interesantes. Se aprecia que hayan mantenido la música original y el estilo cinematográfico que ya había sido utilizado en las películas anteriores, pues esto es parte importante de la trama, y le agrega un valor narrativo aún más interesante de lo que la historia trató de ser.
La película tiene momentos pensados para el fandom y como slasher da la sensación que se permite limitarse a ser un ejercicio de género. Pero la duda que asalta es qué necesidad había de volver atrás para hacer algo poco original.
Ficha técnica
Dirección: David Gordon Green
Producción: Jason Blum, Malek Akkad, Bill Block
Guion: David Gordon Green, Danny McBride, Jeff Fradley
Música: John Carpenter, Cody Carpenter, Daniel Davies
Fotografía: Michael Simmonds
Montaje: Tim Alverson
Protagonistas: Jamie Lee Curtis, Judy Greer, Andi Matichak, Will Patton, Virginia Gardner, Nick Castle
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