jueves, 18 de octubre de 2018

First Man

Cuenta la historia de la misión de la NASA que llevó al primer hombre a la luna, centrada en Neil Armstrong (interpretado por Ryan Gosling) y el periodo comprendido entre los años 1961 y 1969. (FILMAFFINITY)



Nadie puede asumir que los momentos históricos más memorables de la humanidad están completamente libres de dramatismo. Resultaría muy difícil creerlo, pues para lograr cosas maravillosas en este mundo, esto significa que hubo una importante inversión de vidas humanas, dinero y tiempo de preparación. El cine de Damien Chazelle siempre se ha enfocado en retratar como el éxito de una persona significa años de esfuerzo, caídas, tragedias y hasta muertes. Sus historias son humanas y se encargan de recordarlelo a la audiencia una y otra vez.

The First Man, la cuarta película dirigida por Damien Chazelle pero la primera que él no escribe, trata sobre la vida del primer hombre que estuvo físicamente en la Luna. La historia está narrada desde la perspectiva de Neil Armstrong, un piloto que, después de haber sido "castigado" por llevar su avión más allá de la atmósfera, decide aplicar a ser astronauta de la NASA. Allí, su vida cambia a un remolino de entrenamientos intensos, preparaciones mortales y la duda constante de si por fín podrán llevar a un hombre (estadounidense) a la Luna. En un lapso de ocho años, la vida de Armstrong se concentró en investigaciones, dramas familiares, vidas tronchadas y una misión que se podría considerar una de las más peligrosas de la humanidad.


Esta es la segunda vez que Damien Chazelle trabaja con Ryan Gosling, pero es obvio que la preparación no fue la misma: muy al contrario de todos los protagonistas que Chazelle ha llevado a la pantalla grande, Gosling se presenta como un personaje de muy pocas palabras pero con frustraciones internas que no se atreve a llorar a gritos. Encarna a un Neil Armstrong que prefirió callarse cada luto y que cada muerte representó para él un impulso a lograr su meta. El hecho de que la muerte de Karen significó el principal motor de Armstrong es un elemento muy poderoso y a la vez extremedamente depresivo, pues esto obliga al personaje a encerrarse en una burbuja donde nadie puede acceder, ni siquiera quien se supone es su soporte a través de los años. El personaje tiene un arco narrativo tan intenso y dramático que la escasez de sus palabras se responden con cada mirada y cada emoción que expresa. Gosling es sin duda un hombre de muchos talentos, y el hecho de llevar a Armstrong con un gesto que quizás muy pocas personas conocían podrá haber sido uno de sus mayores retos como actor, pero puede decir con satisfacción que lo logró con altura.

Por otro lado, Claire Foy brinda una Janet Armstrong (o Janet Shearon) presenta otro importante personaje de la historia, a quién no le dieron una medalla de honor, pero que se la merecía por ser la verdadera cabeza de la familia, y quién se encargó de mantener la familia unida, o por lo menos evitar que cayera a la deriva. Con la temprana muerte de la hija de los Armstrong, Claire Foy muestra una mujer que no se tragaba sus penas y que era la única que se atrevía a exigir lo justo para los demás. La química entre Foy y Gosling en estos personajes es simplemente divina, sobretodo por la manera tan emotiva en que se expresaban sus sentimientos. Se sienten como una pareja real, pero sobretodo como una pareja que se complementan hasta en sus silencios. El hecho de terminar la película con una imagen de la pareja, haciendo las paces (spoiler!) significa a la vez que los conflictos entre ellos eran finalmente solucionados.


Pero si la historia no saca a la audiencia de este planeta, seguro que la cinematografía y los efectos de sonido lo logran. La fotografía, realizada por el sueco Linus Sandgren (La la land), está caracterizada por primerísimos planos y cámaras en mano con movimientos sacudidos que crean la sensación de estar en cada nave en la que se sube Neil Armstrong. Lo que se propone este cinematógrafo, junto con el estilo fílmico de Chazelle, es una verdadera teletransportación de la audiencia, que logra ser complementada a la perfección por una banda sonora compuesta por Justin Hurwitz (también La la land) y efectos de sonido que sacaban a cualquiera de la atmósfera. Todos estos elementos juntos son un buen recordatorio de por qué hay que ver películas en el cine. Es una experiencia diferente y única.

Mi principal queja sobre esta película es el tiempo que se toma para desarrollar el suspenso. En muchas ocasiones resulta necesario, pero en momentos en que la humanidad ya sabe lo que va a ocurrir, parecen eternos e inagotables. Es casi esperando lo repetitivo, y al contrario de crear tensión, era más bien demasiado lento y a veces aburrido. Del mismo modo, la película omite escenas que quizás muchas personas de la audiencia esperaban ver, como el regreso de Apollo 11 al planeta Tierra.

A pesar de no haber sido escrita por el mismo Damien Chazelle, First Man no se aleja de lo que a él le gusta narrar. Es una historia sobre las batallas del ser humano para llegar al éxito, pero sobretodo es una historia sobre los conflictos internos de una persona que no logran ser completamente asimilados hasta que esta consigue un logro externo. Le hace honor a su género, al momento histórico y sobretodo al personaje reconocido, que no solo fue el primer hombre en caminar en la Luna, sino uno de los pocos que asumió el reto con mucha valentía.



First Man
Título en español: El Primer Hombre

Ficha técnica

Dirección: Damien Chazelle
Producción: Wyck Godfrey, Marty Bowen, Damien Chazelle, Ryan Gosling
Guion: Josh Singer
Basada en First Man: The Life of Neil A. Armstrong por James R. Hansen
Música: Justin Hurwitz
Fotografía: Linus Sandgren
Montaje: Tom Cross
Protagonistas: Ryan Gosling, Claire Foy, Corey Stoll, Kyle Chandler, Jason Clarke, Patrick Fugit, Ciarán Hinds, Ethan Embry

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