jueves, 13 de febrero de 2020

Crítica Cinéfila: Dolor y Gloria

Narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine adolorido. Algunos de ellos físicos, y otros recordados, como su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia, en busca de prosperidad, así como el primer deseo, su primer amor adulto ya en el Madrid de los 80, el dolor de la ruptura de este amor cuando todavía estaba vivo y palpitante, la escritura como única terapia para olvidar lo inolvidable, el temprano descubrimiento del cine, y el vacío, el inconmensurable vacío ante la imposibilidad de seguir rodando.



Pedro Almodóvar ha encontrado un registro más intensamente personal que nunca para su nueva y tierna película sobre un director de cine envejecido retirándose de su profesión que enfrenta problemas de salud, depresión y el declive de sus poderes. Es la característica número 21 de Almodóvar: tal vez podría llamarse 20 ½ .

Dolor y Gloria es una película otoñal en clave menor negativo, con más dolor que gloria, aunque la gloria hace un resurgimiento tardío. Hace que el enfoque de Almodóvar muera: el suyo y el de las personas que ama, pero también la pasión por el cine que aún puede conquistar la muerte o proporcionar una forma de aceptarla.

Como siempre, Almodóvar ha realizado una película sobre el placer, que es en sí misma un placer: ingenioso, inteligente y sensual. Se trata de amor, memoria, arte, madres, amantes y, sobre todo, se trata de sí mismo, que en manos de un director menor sería terriblemente indulgente. Pero Almodóvar es un maestro de la autorreferencia e intertextualidad: la película dentro de una película, la historia dentro de una historia, el sueño dentro de un sueño. Almodóvar opera en una especie de motor de combustión interna de creatividad y sentí que esta película se estaba ejecutando de manera tan suave y tan seductora que podría haber continuado durante otras cinco horas.


Antonio Banderas asume el papel para el que nació para jugar, aunque sin el sorteo copo de nieve. Él es Salvador Mallo, un director de cine que no ha hecho nada durante años pero que ha acumulado suficiente dinero para vivir cómodamente entre obras de arte caras, reflexionando sobre sus diversas dolencias: dolores de cabeza, dolores de espalda, una tendencia a ahogarse con cualquier alimento sólido, y en general depresión; todos estos tienen una misteriosa relación de causa o efecto con su bloque creativo.

Un encuentro casual con una vieja amiga actriz, Zulema (un cameo para Cecilia Roth) lo reconecta con el ex actor estrella Alberto (Asier Etxeandia); se pelearon hace décadas mientras hacían su obra maestra. Alberto le presenta a Salvador la heroína, un nuevo sabor peligroso que le recuerda a un guión de teatro autobiográfico abandonado llamado Adicción, sobre el abuso de drogas de un ex amante. Se lo da a Alberto para que actúe en el escenario y esto trae a las personas del pasado a la vida de Salvador, y su estado mental se altera repentinamente. Todo el tiempo hay recuerdos extáticos de su madre, interpretada magníficamente por Penélope Cruz y como una mujer mayor al borde de la muerte por Julieta Serrano. La madre mayor lo desaprueba cuando su hijo comienza a pedirle sus propios recuerdos de su vida: "No quiero nada de esto en sus películas".


Como siempre, el cinematógrafo José Luis Alcaine y el diseñador de producción Antxón Gómez le dan a la película una riqueza y calidez maravillosas, los colores pululando y reventando. Hay algunas risas, especialmente cuando Alberto y Salvador han sido persuadidos para hacer una sesión de preguntas y respuestas en el escenario después de una proyección de su controvertida película. Almodóvar puede tener sentimientos encontrados acerca de las preguntas y respuestas como una tradición cinematográfica.

Hay una agilidad magistral en el estilo narrativo de Almodóvar: una cosa lleva a otra, o a un recuerdo asociado, o a una versión ficticia creada. Saltamos de un lado a otro entre el pasado y el presente. Hay algo incompleto o inacabado en este trabajo, pero quizás esto simplemente representa la condición de la vida misma. Dolor y Gloria te deja con una dulce tristeza, pero con un fuerte apetito por la próxima película.


Dolor y Gloria

Ficha técnica

Dirección: Pedro Almodóvar
Producción: Agustín Almodóvar
Guion: Pedro Almodóvar
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: José Luis Alcaine Escaño
Montaje: Teresa Font
Reparto: Antonio Banderas, Cecilia Roth, Leonardo Sbaraglia, Penélope Cruz

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