jueves, 9 de mayo de 2019

Crítica Cinéfila: Long Shot

Cuando Fred Flarsky (Seth Rogen) se reencuentra inesperadamente con el primer amor de su vida, que ahora es una de las mujeres más influyentes del mundo, Charlotte Field (Charlize Theron), logra llamar su atención gracias a su peculiar sentido del humor y a su visión idealista del mundo y de la política. Mientras se prepara para aspirar a la presidencia del país, Charlotte contrata a Fred para que sea el encargado de escribir sus discursos.



Ya hay muchas historias que tratan sobre como dos personas de "mundos diferentes" comienzan una relación, a pesar de la negatividad y rechazo de los que le rodean. Estos romances, que normalmente terminan completamente opuestas a las tragedias de Shakespeare, son historias para hacer sentir a la audiencia, y recordarles que, no importa cuan difícil haya sido el proceso, siempre habrá un final feliz. Sin embargo, y a pesar de las diferencias fisiológicas y de personalidad, hay que admitir que Charlize Theron y Seth Rogen serían una pareja bien bonita.

En Long Shot, Theron interpreta a Charlotte Field, la Secretaria de Estado de un gobierno liderado por un personaje aparentemente inspirado en Trump. Field, quien trabaja día y noche para poder ejecutar cada una de sus tareas a tiempo y con exactitud, parece no descansar entre reuniones, llamadas a larga distancia y eventos inagotables, pero ella sabe manejar el estrés con estilo, muy diferente a Fred, interpretado por Seth Rogen, quien es un periodista que sabe narrar sus crónicas con una voz muy particular y sin filtro, arriesgando hasta su vida en muchos sucesos con tan solo de llevar la verdad a quienes lo leen. A pesar de que estos dos se conocen desde sus años de juventud, la vida los llevaron por distintos caminos que ahora los obligan a comportarse como deben, dependiendo de sus estatus.


Sin embargo, una vez Charlotte decide contratar a Fred como su escritor de discursos para preparar a la audiencia a su próxima candidatura como presidenta, el pasado vuelve a sus vidas, y lo que alguna vez nunca pudo ser, ahora es inevitable. Pero esto no significa que todos lo aceptarán con villas y castillas, pues una vez se enteran los que encabezan el mando. Y sus vidas privadas quedarán expuestas ante una sociedad que cree que tiene derecho a saber de la vida privada de los políticos.

A pesar del apresurado final con que esta comedia romántica concluye, Long Shot es una historia sobre personas que, con sus grandes diferencias, saben encontrar un punto medio de similitudes. No solo es el hecho de que las apariencias también influyen, sino también en la constante comparación de personalidades y cómo la imagen de una persona puede dañar la de otra aún más influyente. La escena en la que la asistente de Charlotte trata de convencerla que no siga su relación con Fred, enseñándole comparaciones de mujeres importantes y bellas junto a hombres que, a pesar de su fama, su atractivo desanima. Es un momento en que en muchas otras películas se dice de manera indirecta, y aquí se toma la libertad de dejar el filtro a un lado, y contar las verdades sin miedo.

Sin embargo, la química entre Fred y Charlotte es el verdadero pegamento de la historia. No solo demuestran crear una relación realista. Desde el momento en que él comienza a preguntarle de su vida para poder hacer los discursos más personales, hasta que comienzan a intimar con gustos similares, el romance es tan orgánico que no deja dudas de los sentimientos que los personajes dicen sentir el uno por el otro. Esto es gracias a la actuación de Charlize Theron y Seth Rogen, a quienes no se les había visto actuando juntos, pero que logran cautivar a la audiencia con esos momentos en que, entre ridiculez y vergüenza, convencen.


Por otro lado, el guion ha sido realizado por Dan Sterling y Liz Hannah, dos guionistas con historiales completamente diferentes (él escribió para South Park y The Office; ella fue coguionista de The Post). Y sus distintas voces lograron captar dos tonalidades en la historia: la seriedad que se puede lograr en este tipo de romances, complementado por momentos hilarantes que se salen de lo común, pero no resultan difíciles de creer. Sin embargo, el final, el cual suponía terminar tal y como lo hizo, resulta apresurado y descuidado, dejando subtramas inconclusas. Es quizás el único aspecto de la película que no funciona, pues el resto logra contar una historia entretenida con armonía, a pesar de ser 130 minutos.

Y a propósito de la duración, el largo no se sintió, gracias a cuan entretenido terminó siendo cada momento de la trama principal, sobretodo por las buenas risas que causó y la comedia negra que desarrolló a lo largo de la historia.

Long Shot es exactamente lo que su nombre dice: es una toma larga con dos personajes que demuestran que no hay barreras sociales ni de personalidad que logren ser impedimento para que dos personas estén juntas. Es una historia honesta, divertida y diversificada, trayendo ideas sociales, y hasta políticas, que en cualquier momento podrían hacerse realidad.



Long Shot

Ficha técnica

Dirección: Jonathan Levine
Producción: Evan Goldberg, Seth Rogen, James Weaver, Beth Kono, Charlize Theron
Guion: Dan Sterling, Liz Hannah
Historia: Dan Sterling
Reparto: Seth Rogen, Charlize Theron, O'Shea Jackson Jr., Andy Serkis, June Diane Raphael, Bob Odenkirk, Alexander Skarsgård
Música: Marco Beltrami, Miles Hankins
Fotografía: Yves Bélanger
Montaje: Melissa Bretherton, Evan Henke

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