domingo, 30 de junio de 2019

Crónicas de California: Exorcism 101 gana su primer laurel


El que me conoce bien sabe de un dato que me atrae con facilidad al cine: los demonios. Soy fanática empedernida de las películas sobrenaturales, al punto que, mientras más miedo me de, más emoción siento. Pero esto se debe a que creo en los demonios... sí, mi fe llega a ese nivel. Mis creencias me han enseñado que cómo hay bien también hay mal, y son el tipo de antagonista que realmente me aterrorizan. Por eso, cuando escribo historias de terror, son relacionadas a estos seres.

Cuando tenía que elegir una idea para mi tesis de posgrado, recordé una historia que me contó una persona, sobre una escuela para seminaristas en mi país donde ellos deben participar en exorcismos, por el hecho de que deben aprender a hacerlo en caso de que algún día le tocara protagonizar uno por sí solos. En el momento en que me enteré de eso, sabía que en algún momento de mi vida la usaría (yo todo lo convierto en guiones, retenme).

El resultado final es uno de mis proyectos favoritos, y el cual me he comprometido a hacer realidad algún día. Exorcism 101 es la historia de una novicia rebelde que, después de haber realizado un exorcismo a una de sus citas, es inscrita a la fuerza en una escuela de exorcismo al Sur de la República Dominicana. No está basada en nadie real, pero tiene muchos relatos personales y de leyendas urbanas del país, lo cual es algo que muchas personas aprecian porque les da la oportunidad de conocer la cultura dominicana. A pesar de tener personajes endemoniados y tramas que están propuestas a asustar, también es una comedia, lo cual permite acercarlo más a la coloquialidad del país y a nuestra sociedad.

Como habrán notado, es un proyecto que me apasiona mucho, y por eso aproveché para enviarlo a varios festivales de género (para mujeres y exclusivamente para terror), uno de ellos siendo Stephanie Rothman Fellowship. Esta es una fundación creada para apoyar a mujeres cineastas que escriban, produzcan y/o dirijan historias de género de terror, thriller o fantasía. Es un concurso de guión que reconoce a la ganadora con un premio en efectivo que le ayude a producir el guión con el que participa u otro proyecto que tenga engavetado.

Soy del tipo de escritoras que cuando someto alguna de mis historias a concurso, me olvido que aplico para no entusiasmarme demasiado con lo que no ha ocurrido, y este fue uno de esos casos que participé y borré cassette casi al segundo de aplicar. Cuando me escribieron diciéndome que era finalista, ahí fue que los nervios realmente golpearon. Me preguntaron qué haría con el premio, y dije lo que realmente quería hacer desde que presenté mi tesis: produciría una de mis escenas favoritas del guión para utilizarla como parte de un lookbook para productores o inversionistas que les pudiese interesar la propuesta de televisión. Al día siguiente me notificaron que había resultado ganadora.

Hagamos una breve pausa aquí: cuando me enteré que había ganado, estaba en el metro, camino a un rodaje, y comencé a llorar de la felicidad, porque así soy de emocional aunque nadie me crea. La señora que estaba sentada al lado mío ni se inmutó, como el resto de los gringos aquí, pero no me importó y no me controlé las lágrimas. Es un logro que tengo derecho a expresarlo.

Me había guardado el premio hasta el día de ayer por dos razones: no soy de las que le encanta compartir todo al segundo que me ocurren con el resto del mundo, y me pidieron que lo mantuviese reservado hasta el anuncio publico en el Etheria Film Festival, un festival exclusivo para cineastas mujeres que produzcan contenido de terror, fantasía o thriller. 

Y una vez más, mientras anunciaban a la ganadora en escenario, mi corazón se aceleró. Ya sabía que había ganado y sabía que debía hablar en público, pero fue más real en persona. No lloré, ya aquí estaba un poco más tranquila... pero sí sonaba nerviosa. Obviamente quería copiar el discurso de Olivia Colman en los Oscars, pero aquí tenía algo más práctico y aterrizado para esta ocasión. El de Colman lo tengo reservado para cuando me gane el Oscar a mejor guión. 

El mayor orgullo lo sentí cuando expresé lo agradecida que estaba con mi cultura y mi país, desde que dije "República Dominicana", toda la audiencia aplaudió, y no sé si será por decencia o porque les caemos bien, pero que bien se sintió que reconocieran eso de mi.

Es el primero de muchos, lo sé. Lo siento en el fondo de mi corazoncito. Es una idea que siento que muchas personas, incluso aquellos que no son fanáticos del terror o los demonios, disfrutarían. Y este es el primer paso. El siguiente es poner en marcha la producción del teaser. 

Ya luego les cuento cómo va, mientras tanto, mi director y yo estamos en pre-producción ahora mismo.


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