sábado, 18 de enero de 2020

Crítica Cinéfila: I Lost My Body

Una mano cortada se escapa de un laboratorio con un objetivo crucial: volver a encontrar su cuerpo. A medida que avanza por los escollos de París, recuerda su vida con el joven al que una vez estuvo apegado... hasta que conocieron a Gabrielle.



¿Cuál es la mejor parte de hacer una película animada? La cantidad de reglas sobre lógica que puedes romper y que funcionarán, sin importar si son creíbles o no. Lo hemos visto desde animés como Spirited Away hasta las películas de Tim Burton como Nightmare before Christmas. Pero sin duda alguna, todo el que vea I Lost My Body va a quedar impactado por la manera tan inteligente en que la historia se desarrolla, marcando el debut en la categoría de animación para el escritor-director francés Jeremy Clapin.

Estrenada en la Semana de la Crítica de Cannes, la película sigue a una mano tratando de reconectarse con su cuerpo mientras hace sentido de su "vida". A su vez, sigue a Naoufel, un joven que ha anda perdido sin saber cuál es su verdadera pasión, hasta que conoce a Gabrielle y decide ir por ella, encontrando finalmente algo de felicidad en el camino. Es una historia sobre la pérdida a nivel original, bastante conmovedora, tanto física como emocional, con un tipo de animación madura que podría encontrar tracción más allá del circuito festivo.  

Adaptado por Clapin y el guionista de Amelie Guillaume Laurant de la novela de este último, el guión retrata la existencia problemática de Naoufel (expresado por Hakim Faris), un niño que pasó una infancia feliz en el norte de África hasta que sus padres murieron en un accidente automobilístico y fue enviado a vivir con un tío en París.


Tímido y todavía traumatizado por el incidente que lo dejó huérfano, Naoufel pasa a ser un humilde repartidor de pizzas sin planes reales para el futuro. Pero cuando se enamora perdidamente de la bibliotecaria Gabrielle (Victoire Du Bois) durante un parto fallido, decide perseguirla, conseguir un trabajo en el taller de carpintería de su tío (Patrick D'Assumcao) y, tal vez por primera vez, tomar su vida en sus propias manos.

Mientras tanto, la mano sigue su camino por reconectar con su dueño. De momentos nos delata a quien pertenece, por algunos lunares que ya hemos visto en alguien y por los recuerdos que mantiene entre sus huellas; toda la historia se cuenta a través del punto de vista de la extremidad desmembrada, ya que lenta pero seguramente se arrastra hacia su maestro. En el camino, se encuentra con una serie de obstáculos que se convierten en verdaderos escenarios de películas de acción en miniatura, desde un feroz ataque de paloma hasta un enfrentamiento con ratas en el metro. Esas escenas, compuestas de dibujos realistas en 2D, se entrelazan con flashbacks impresionistas: dedos que tamizan la arena en una playa o tocan el piano; sangre que mana de un pulgar, donde la mano recuerda los eventos clave que condujeron a su situación actual.

Clapin utiliza esos momentos de memoria sensorial para revelar cómo Naoufel, que alguna vez fue un niño despreocupado con gusto por la música y la grabación de sonido, se transformó en alguien inseguro por un trauma que lo ha llevado a un trabajo sin salida. Cuando se encuentra con la pensativa Gabrielle, durante una reunión ingeniosamente organizada donde se comunican a través del intercomunicador de su edificio, de repente hay un destello de luz en su desesperada existencia. Es una manera inteligente de conectar personajes y mostrar la química incómoda de tratar de acercarte a personas que no conoces porque allí ves algo de esperanza.


Además de la animación que parecerá sencilla pero en realidad es bien agradable para la historia, la musicalización ayuda para establecer el tono y punto de vista de la historia, enfocándose en el sufrimiento de la soledad y la pérdida de contacto con las personas cercanas a tí. Clapin hace un buen trabajo para conectar cada punto técnico con su historia y llevarnos a emociones que nadie esperará sentir.

A la vez espeluznante y melancólico, I Lost My Body emplea su improbable escenario de horror para canalizar algo más profundo y oscuro, yendo más allá de lo simple para llegar a lo personal. La película trata tanto de una mano que llora la pérdida de su cuerpo como de que Naoufel acepta las pérdidas que ha experimentado en su corta y triste vida. Si de alguna manera puede reconstruir las cosas, finalmente puede volverse completo nuevamente.



I lost my Body

Ficha técnica

Dirección: Jérémy Clapin
Producción: Marc du Pontavice
Guion: Jérémy Clapin, Guillaume Laurant
Música: Dan Levy
Montaje: Benjamin Massoubre
Actores de voz: Victoire Du Bois, Patrick d'Assumçao, Dev Patel, Alia Shawkat, George Wendt

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