jueves, 3 de enero de 2019

Crítica Cinéfila: Todos lo saben

Laura viaja con su familia desde Buenos Aires a su pueblo natal, en España, para asistir a la boda de su hermana. Lo que iba a ser una breve visita familiar se verá trastocada por unos acontecimientos imprevistos, que sacudirán las vidas de los implicados.



Hay un giro en "Todos lo saben" que no se sentiría fuera de lugar en una telenovela. Sin embargo, bajo la dirección del escritor y director iraní Asghar Farhadi, es solo una pieza más de un intrincado rompecabezas. Al igual que con todos los dramas que ha producido en la última década ("A Separation", "The Past" y "The Salesman"), la primera película en español de Farhadi explora las fisuras de los vínculos familiares cuando amenazan con desmoronarse; nuevas grietas siguen apareciendo en lugares inesperados, algunas más resonantes que otras, pero son meras embarcaciones para una inmersión fascinante en los peligros de la información oculta.

Aumentando la apuesta inicial con la explosiva química de Javier Bardem y Penélope Cruz, Farhadi también ha encontrado el género más accesible para su narrativa embriagadora hasta la fecha: el molde de suspenso de un thriller de secuestro. Como de costumbre, Farhadi construye su dilema alrededor de un incidente repentino e incitante: poco después de que Laura (Cruz) llega de Argentina para visitar a su familia para asistir a la boda de su hermana, su hija adolescente Irene (Carla Campra) desaparece de su habitación en la noche. Eso deja a una frenética Laura a merced de Paco (Bardem), quien supervisa el viñedo familiar y estuvo involucrado románticamente con Laura hace mucho tiempo. Los incidentes locales sugieren que no pueden acudir a la policía, no sea que los secuestradores maten a Irene de inmediato.


Es una configuración tensa que corre el riesgo de virar hacia un territorio débil, pero Farhadi revela lo suficiente sobre detalles para detenerse en momentos individuales y descansar sobre observaciones más íntimas. Dentro de los límites de este escenario familiar, el cineasta extrae observaciones notables sobre el impacto de la clase y el estado en circunstancias extremas. Inicialmente, Paco sospecha de los trabajadores en su viña, y hay una marea de resonancia en los momentos de silencio cuando mira a los hombres en el campo. La predilección de Bardem por exhibicionismo está cristalizada por las emociones paradójicas en su rostro. Pero así como ese camino conduce a una posibilidad, otra línea se introduce en la narrativa desde una dirección diferente, con la llegada del esposo de Laura, Alejandro (un Ricardo Darin despeinado, magnífico como siempre), desempleado y oprimido.

A medida que se filtra nueva información sobre las relaciones anteriores, "Todos lo saben" se enfoca menos en la niña desaparecida, y le da razones para prestar mayor atención a la relación de Paco y Laura. Si bien Farhadi puede estropear la sutileza de su material al revelar demasiados detalles en el tercer acto, ninguna de las revelaciones en "Todos lo saben" es tan importante como la forma en que dejan a estos personajes en estados conflictivos. Farhadi desata su poder de estrella: Cruz pasa la mayor parte de la película ensanchando los ojos y desgarrando el terror, aunque obtiene un monólogo convincente que ayuda a calmar la transición a un territorio narrativo más complicado sin destruir toda la empresa. Sin embargo, la película pertenece a Bardem.


El guión de Farhadi nunca se queda quieto. Esboza detalles de diferentes generaciones de esta familia, que alguna vez fue rica, incluido el padre crudo de Laura, Antonio (Ramón Barea), quien forza algunas tensiones latentes entre otras figuras a la superficie, y varios parientes más jóvenes que acechan en las esquinas. Como espectadores, nos vemos obligados a jugar junto con el resto del reparto, y contemplar las posibilidades a medida que surgen nuevas informaciones, y hay una patada retorcida al desafío de tratar de adivinar cada momento.

Hay una cualidad teatral en la escritura de Farhadi que a veces supera su dirección, pero aún es un cineasta, y complica su enfoque manipulador con un sentido visual sorprendente que siempre deja en claro que tiene más en mente que la resolución. Desde las primeras imágenes de una polvorienta torre del reloj con un panel agrietado, donde las palomas vuelan dentro y fuera de su sombrío interior, la película enfrenta las formas en que la dinámica intrincada del comportamiento de décadas de antigüedad puede informar el presente. Eso solo puede no ser una observación sofisticada, pero Farhadi sigue girando esos engranajes en busca de posibilidades más profundas. Una vez más, ha entregado una meditación provocativa sobre la dinámica de la comunicación. El conocimiento es poder, pero en "Todos lo saben", nadie está seguro de toda la verdad.



Everybody Knows
Título en español: Todos lo saben

Dirección: Asghar Farhadi
Producción: Álvaro Longoria, Andrea Occhipinti, Alexander Mallet Guy
Guion: Asghar Farhadi
Música: Javier Limón
Fotografía: José Luis Alcaine
Montaje: Hayedeh Safiyari
Reparto: Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín, Eduard Fernández, Sara Sálamo, Inma Cuesta, Bárbara Lennie, Elvira Mínguez, Ramón Barea, Carla Campra

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