Continuando desde donde lo dejó "Split", "Glass" sigue los pasos de David Dunn en su búsqueda de la figura superhumana de "La Bestia". En la sombra, Elijah Price parece emerger como una figura clave que conoce los secretos de ambos.
Shyamalan es un director de cine de momentos: su momento de fama lo tuvo con El Sexto Sentido (1999), y a partir de ahí la narrativa y la calidad de sus historias variaron y decayeron, claramente tratando de encontrar su estilo y su género. Experimentó y logró volver a posicionarse con el estreno de The Visit (2015), pero había un lugar donde le faltaba revisitar, y ya lo había hecho en una de esas historias que se debe reconocer era una idea original: Unbreakable no terminó inconclusa pero sí con una serie de personajes que ameritaban reutilizarse. Así surge Split, enfocada en un villano que lucha por ser La Bestia, y que al final hace una breve conección con Unbreakable.
Con ese breve final, Shyamalan nos decía dos palabras: habrá crossover.
Glass sucede unas semanas después de lo ocurrido en Split, donde David busca exhaustivamente a Horde, con la amenaza de que tiene cuatro jóvenes cautivas que podrían morir en cualquier momento. Una vez se encuentra con él y cada uno ve la fuerza invencible que posee su oponente, ambos son apresados y llevados al mismo hospital Psiquiátrico donde Elijah está recluído. Allí Elijah vuelve a encontrar su propósito en la vida: con la entrada de David y Kevin al hospital, esto le da la oportunidad de enseñarle al mundo que los superheroes y villanos son reales, a pesar de que un grupo de personas se han dado a la tarea de ocultar esta verdad.
El tema de esta franquicia siempre será uno de los mayores atractivos para mi: demostrar que cuando los seres humanos se enfrentan a situaciones extremas, sus poderes salen a la luz. Quizás no sea una verdad que se pueda confirmar, pero es un concepto que la industria del cine nos permite fantasear, que los comics los aprovecha al máximo y que Shyamalan explora con una paciencia y desenvolvimiento que no pretende ser con prisa pues tiene también el objetivo de establecer el pasado de estos personajes, la razón de sus iras, tristezas y anhelos.
El tema se conecta con las debilidades de estos personajes, envolvíendose en la teoría de que "todo superhéroe tiene una debilidad", y para poder vencer al villano, deberá superar esta debilidad. Esta misma teoría se intercala a la correcta construcción de personajes, donde para que un personaje sea creíble e interesante en una película, debe tener características realistas: debilidades, fortalezas, miedos y metas. Y sin esto, la película no causara la misma impresión, pues lo que verdaderamente la convierten en una película interesante son sus personajes: David es el típico héroe que se adapta a los problemas, sin frustrarse por encontrar soluciones en lugares donde no parecen darselas como opción; Elijah es el héroe dispuesto a lograr su cometido sin importar las consecuencias de sus actos; y Kevin es el héroe renuente, quien solo reacciona si lo obligan a cometer ciertos actos.
El desarrollo de cada uno de estos personajes es una de las mayores fortalezas del guión de Shyamalan, pero el verdadero mérito se lo lleva con el personaje de Kevin, no solo por el hecho de representar una serie de minipersonajes dentro de uno, sino aún más importante por la increíble actuación de James McAvoy encarnando estas personalidades. Algo que Split no presentó y que esta película si se enfocó en lograr era ver cómo sucedían los cambios de personajes, y verdaderamente parecía como si fuese el trabajo de un grupo de actores. Sin embargo, McAvoy le recuerda a la audiencia una vez más el talento que siempre lo ha destacado, pero que con cada película evoluciona.
Por otro lado, la interacción de los tres personajes principales se asemejan a un triángulo amoroso, donde podría ser dos contra uno o todos contra todos dependiendo del momento de la película, pero a la vez establece las relaciones y químicas entre ellos, lo cual es otro aspecto que funciona con mucha fuerza, y que realmente es lo que mantiene a la historia con movimiento. Sin la rivaldía y momentaneos deseos de compañerismo, esta historia no tuviese mucho sentido.
Un personaje que regresa y lo hace con un propósito inesperado es el de Casey (Anya Taylor-Joy), quien había apenas salido con vida de Split, y ahora regresa con posibles sentimientos de amor por el Kevin. El cambio es un poco brusco, sobretodo porque la audiencia nunca tuvo oportunidad de encontrar la lógica a este cambio.
Un personaje que regresa y lo hace con un propósito inesperado es el de Casey (Anya Taylor-Joy), quien había apenas salido con vida de Split, y ahora regresa con posibles sentimientos de amor por el Kevin. El cambio es un poco brusco, sobretodo porque la audiencia nunca tuvo oportunidad de encontrar la lógica a este cambio.
Por supuesto, no se puede mencionar las secuencias de acción, que hacen referencia a una fotografía de cine de acción, pero con la musicalización del thriller y suspenso que fue introducido con Unbreakable. Un aspecto interesante del uso del género en esta película es como las referencias visuales mantienen un balance entre ambos (superhéroe y thriller psicológico) influenciándose del tono y estilo de cada uno, pero concluyendo la historia con un ritmo y situación muy particular.
A propósito del final, este es el aspecto más débil de la película, pues a pesar de alejarse de la temática de "final feliz", es muy complaciente, queriendo dejar a la audiencia satisfecha por lo que ha ocurrido, pero en vez nos deja con cuestionantes que aparentemente nunca serán respondidas, y por lo tanto dejan una sensación de ambigüedad.
No obstante a esto, es una película que sabe cumplir con las expectativas que ha creado. Finalmente, Shyamalan encuentra su mejor estilo, otorgando una trilogía con un lenguaje, estilo y punto de vista propio, donde los buenos no son tan buenos, los malos tienen razones suficientes para existir, y los comics son parte de la realidad humana.
Ficha técnica
Dirección: M. Night Shyamalan
Producción: Jason Blum, M. Night Shyamalan
Guion: M. Night Shyamalan
Música: West Dylan Thordson
Fotografía: Mike Gioulakis
Montaje: Luke Ciarrocchi, Blu Murray
Reparto: Bruce Willis, Samuel L. Jackson, James McAvoy, Anya Taylor-Joy Thomasin, Spencer Treat Clark, Charlayne Woodard, Sarah Paulson
No hay comentarios.:
Publicar un comentario